Pilotos govtech

En los últimos años hemos visto cómo las metodologías de innovación se hacían un hueco en el sector público con el objetivo de crear equipos más ágiles, incorporar la iteración en los procesos de desarrollo de soluciones y acelerar el aprendizaje de toda la organización. 

Estos métodos tienen como objetivo utilizar el dinero público de manera más eficiente, descubriendo qué funciona y qué no lo antes posible para evitar embarcarse en grandes proyectos que no sabemos si marcharán bien. 

Hoy quiero hablarte de la práctica de probar, experimentar o pilotar en política pública y especialmente en el ámbito govtech. Con este artículo espero animarte a seguir probando cosas nuevas y darte un par de ideas sobre cómo enfocar un piloto en tu ámbito. 

¿Cuándo tiene sentido “probar”?

En la Administración Pública, la práctica de “probar” o “pilotar” puede aplicarse en distintos contextos:

• Diseño e implementación de una nueva política pública o servicio: los países anglosajones llevan años de ventaja en este ámbito, pero vemos como cada vez más AAPP españolas se lanzan a pilotar un nuevo servicio o política con un grupo reducido de ciudadanos y ciudadanas para probar su funcionamiento, evaluar sus efectos y tomar decisiones informadas antes de escalar. Por ejemplo el programa de renta básica BMincome del Ayuntamiento de Barcelona o el programa Menttores de la ONG Empieza por Educar. 
• Desarrollo de un nuevo software o herramienta in house: antes de desarrollar y desplegar un nuevo software, es habitual comenzar probando con un prototipo, luego un piloto y finalmente el despliegue. Este proceso, que se basa en la iteración y el aprendizaje continuo, nos permite detectar “fallos” e ir mejorando el producto antes de un despliegue total. 
• Compra de nueva tecnología o productos digitales: al igual que el desarrollo de un software in house la compra de tecnología también se puede beneficiar de un proceso de prueba y experimentación. La razón es que es muy difícil para las AAPP estar al día de la última innovación digital en el mercado y más aún cuál de todas las soluciones encaja con nuestra necesidad. Antes de publicar una gran licitación, probar mediante un piloto una nueva herramienta nos permite aprender sobre esta y cómo encaja en nuestra organización. Esta información puede ser muy útil a la hora de diseñar unos pliegos para la compra de tecnología. 

¿Qué significa probar?

Seguramente conozcas los conceptos prototipo, prueba de concepto, producto mínimo viable (MVP en inglés) o piloto. Pero, ¿en qué se diferencian?

Existen distintas definiciones, a veces se usan indistintamente y otras adquieren un significado distinto en función del ámbito: ingeniería, desarrollo de software o política pública…

Sin embargo, todos tienen en común que: 

• Buscan validar una hipótesis mediante una “prueba real” de la solución.
• Aceleran el aprendizaje de lo que funciona y lo que no, probando sin invertir demasiados recursos ni tiempo.

El think tank británico Nesta propone una definición que nos parece muy adecuada en el espacio de la innovación pública y govtech. 

• Una prueba de concepto muestra si se puede desarrollar un producto, característica o sistema, mientras que un prototipo muestra cómo se desarrollará.
• Un prototipo es la manifestación visible, tangible o funcional de una idea, que se prueba con otros y se aprende en una etapa temprana del proceso de desarrollo. Por ejemplo, un prototipo podría usarse para probar una idea para un punto de contacto de servicio: el punto de interacción entre un ciudadano y el servicio público. Esto podría ser una maqueta de un sitio web o un ejercicio de juego de roles entre un ciudadano y un empleado de primera línea para probar un guión del servicio.
• Los programas piloto a menudo se utilizan como la primera etapa de una nueva política o implementación de un servicio, y son la norma más aceptada en el gobierno. Más que una prueba o experimento, son una actividad “en vivo”, generalmente con un pequeño grupo de usuarios reales o ciudadanos que reciben el nuevo servicio.
• Un producto mínimo viable (o MVP por sus siglas en inglés) nos permite acelerar el aprendizaje sobre una posible solución utilizando recursos mínimos. Se hace probando solo el núcleo esencial de su concepto (en lugar de la solución completa) con usuarios reales en la práctica.

Cada vez es más común encontrar este tipo de pruebas en las AAPP, especialmente entre los equipos de tecnología. Y es que para el sector público, donde en general predomina la aversión al riesgo, estas prácticas son grandes aliadas para gestionar el riesgo: probar de forma rápida, económica y controlada qué ideas y soluciones funcionan cuando se aplican a contextos reales. 

¿Qué es un piloto govtech?

Tal y como explicamos en este artículo sobre Laboratorios Govtech, una vez identificado el problema y escogida la solución digital que puede dar respuesta, se inicia un piloto de 5 meses con la startup o pyme digital ganadora. 

Podemos definir el piloto govtech como: 

La aplicación de una solución govtech en un espacio real pero controlado para comprender las oportunidades e impactos de usar una tecnología en un contexto específico y para un reto en concreto.

Un piloto sólo es un fracaso si no genera aprendizajes, por ello la evaluación es intrínseca al piloto: sin evaluación no hay piloto. Los resultados de la evaluación nos ayudarán a tomar decisiones informadas a la hora de escalar o diseñar una licitación, identificar las fortalezas y debilidades de la solución y asegurarnos de que el equipo entero aprende del proceso.

¿Qué caracteriza un piloto govtech?

En GOBE definimos un piloto govtech como aquel que:

• Responde a un reto específico y los objetivos del piloto deben estar alineados con este. 
• Genera valor público: Impacto en los servicios públicos u operativa interna, beneficiando a la ciudadanía. 
• En nuestros laboratorio de innovación govtech, de momento estamos pilotando una solución con tracción de mercado. Sin embargo, estamos diseñando otras modalidades para probar en distintos niveles de desarrollo. ¡Estad atentos!
• Quien dirige el piloto es el equipo de reto (equipo de un área o servicio de un departamento de la institución). 
• La solución tecnológica debe tener potencial para escalar dentro de la organización. 
• El piloto debe incorporar metodologías de diseño (para la definición de retos, evaluación y escalado) y de experimentación (iterar).
• La evaluación de sus resultados y la generación de aprendizajes para tomar decisiones informadas. 

¿Cómo evaluamos un piloto govtech?

La evaluación es especialmente importante en el contexto de govtech, ya que garantiza que la solución que estamos probando satisface las necesidades únicas de la organización, del departamento y del sector público en general. 

Es importante sobretodo de cara a escalar, porque nos ayuda a tomar mejores decisiones, lo que resulta en una mayor satisfacción ciudadana e incremento en la confianza en las instituciones que tanta falta nos hace hoy en día. 

Desde el PublicTechLab del IE, se inició el desarrollo de una metodología de evaluación que combina conocimientos de innovación, diseño y también evaluación de políticas públicas para aplicarlo a los pilotos govtech. Desde GOBE partimos de esa base y hemos seguido iterando y desarrollando la metodología de evaluación. 

Esta metodología permite evaluar: 

• Si resuelve el reto planteado.
• Si hubo consecuencias inesperadas (positivas o negativas)
• Cómo ha impactado a los participantes, equipos y formas de trabajar.

Para llevar a cabo la evaluación, utilizamos un Documento de Definición de Éxito en el que definimos los objetivos del piloto e indicadores para medir los resultados. Al final del piloto, realizamos una sesión de aprendizaje con los equipos implicados y redactamos un caso govtech en el que se describe los principales hallazgos del piloto. 

Si este artículo te ha parecido interesante y quieres pilotar soluciones govtech en tu institución, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en hello@gobe.studio.